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Malvinas: La perla austral

Este 2 de abril se cumplen cuarenta y dos años desde la derrota de la Argentina frente a Gran Bretaña en la guerra de Malvinas de 1982 y ciento noventa y un años desde la usurpación por parte de los ingleses del archipiélago, en 1833. En este artículo profundizaremos una parte de la historia, no tan conocida, que va desde los primeros avistajes de las islas en el siglo XVI hasta la ocupación británica concretada el 2 de enero de 1833. ¿Quiénes llegaron primero a Malvinas? ¿Por qué se llaman así? ¿Por qué franceses e ingleses buscaron desplazar a los españoles? ¿Qué pasó a partir de la revolución de Mayo de 1810? ¿Cómo fueron usurpadas las islas? ¿Hubo resistencia?

 Mapa manuscrito en francés de 1586 de dos islas que han sido identificadas con las Malvinas. Rolando Laguarda Trías consideró que este mapa es una copia de otro realizado hacia 1520 por el piloto y cosmógrafo español Andrés de San Martín.  

 Exploraciones Tempranas

En las islas se encontraron restos de canoas, puntas de flechas y vestigios de madera que datan de mucho antes de la llegada de los europeos. Es muy probable que previamente a la llegada de los europeos, Malvinas haya sido visitada por pobladores Yámanas, habitantes de la región de Tierra del Fuego. Se trata de un pueblo indígena del archipiélago de Tierra del Fuego en el extremo sur de Sudamérica, abarcando territorios en Chile y Argentina. Su modo de vida tradicional se caracterizaba por su naturaleza nómada, desplazándose en canoas mientras se dedicaban a la caza, recolección y pesca.

Mujeres Yámanas

Sin embargo, al momento de llegar los europeos a las islas, no existía población permanente. Desde principios del siglo XVI, y durante todo el siglo, principalmente, van a surcar por el Atlántico Sur navegantes al servicio de la Corona española. El descubrimiento de las Malvinas lo hace la nave San Antón en 1520, al mando de Estevao Gomes, integrante de la expedición de Hernando de Magallanes. Gomes, bautizó a las islas con el nombre de Sansón. Hay dos versiones sobre la razón de este nombre. La primera, remite a los “gigantes” que Magallanes dice haber visto en Puerto San Julián, que denominó Patagones. La otra, plantea que el nombre es una deformación de San Antón, la nave tripulada por Gomes.

Por su parte, los británicos sostienen que el primer avistaje de Malvinas lo hace John Davis a bordo del Desire en 1592, setenta y dos años después de la expedición de Magallanes. Davis formaba parte de la flota de Tomas Cavendish, y a causa de una fuerte tormenta se separó de la misma y, fortuitamente, llegó a las islas. 

¿Malvinas o Falklands?

Es en 1764, a partir del asentamiento francés en Port Louis que las islas se comienzan a llamar Malvinas.  Esto se debió a que Louis Antoine de Bougainville llegó a bordo de dos naves que provenían del puerto normando de Saint-Maló. De esta forma, el nombre Malvinas deriva de malouines, gentilicio femenino plural de Saint-Maló. En la actualidad Islas Malvinas es el nombre oficial que tienen las islas para todos los países de habla hispana.

Por su parte, la denominación británica data de 1690. En ese año, el marino John Strong recorrió el estrecho que separa los dos archipiélagos y los llamó Falkland Sound en homenaje a quien era el tesorero de la Marina Real y había financiado su viaje: Anthony Cary, tercer vizconde de Falkland.

Un grabado de la época mostrando a dos buques británicos, el Tamer y el Dolphin, fondeados ante Puerto Egmont en el siglo XVIII

Pugnas coloniales en el Atlántico Sur

Las Bulas Pontificias y el Tratado de Tordesillas fueron los soportes jurídicos de la soberanía española sobre el Nuevo Mundo. En el segundo documento, de 1494, se demarcó con una línea imaginaria que pasaba por el meridiano 46º 37´ las posesiones territoriales de los reyes de España y Portugal. El siglo XVI fue testigo de las diversas expediciones a la zona en busca de un paso interoceánico. Para el siglo XVII, eran habituales las incursiones de piratas al servicio de Francia o Inglaterra que navegaban por la zona, pero en general, frente a las protestas de España, se respetaba su soberanía y los derechos adquiridos sobre estos territorios.

Francia e Inglaterra estaban interesadas en ocupar las Islas Malvinas ya que estaban frente al cruce interoceánico, el Estrecho de Magallanes. En el siglo XVIII acontecieron dos incidentes importantes, que tuvieron un desenlace disímil. En 1764 los franceses desembarcaron y fundaron en la Isla Soledad, el puerto de San Luis. Frente a la protesta de España, abandonaron pacíficamente el lugar en 1767. Los españoles alegaron los tratados internacionales y un principio del derecho romano uti possidetis jure (como poseías, de acuerdo a derecho, poseerás). Esto es importante, porque también fundamenta el reclamo de Argentina, según la herencia territorial de España. En 1765, una expedición clandestina inglesa, desembarcó en la Gran Malvina y fundó Puerto Egmont. En 1770 los españoles desalojaron por la fuerza a una parte de los ingleses. Se estuvo al borde de la guerra. Sin embargo, se llegó a un acuerdo según el cual los ingleses reconocieron la soberanía española en América y se retiraron en 1774. En 1790, se firmó el Tratado de San Lorenzo del Escorial, donde los ingleses se comprometieron a no establecerse en Hispanoamérica.

                                               Port Saint Louis y Puerto Egmont
                                

Para asegurar el control efectivo de sus territorios, en 1776 la Corona de España creó el Virreinato del Río de la Plata, cuya capital fue Buenos Aires. Desde allí se nombraron entre 1776 y 1810 a veintiocho gobernadores que administraron las islas.

Nace un imperio

El 21 de octubre de 1805 los ingleses vencieron a una alianza franco-española en la batalla naval de Trafalgar, y pasaron a dominar los mares. Esto marcó el inicio del imperio, ya que controlaban rutas comerciales y tenían acceso a la conquista y colonización de distintos puntos del planeta.

Entre el siglo XVI y el siglo XX, los ingleses llegaron a dominar una quinta parte de la superficie del planeta y someter a una cuarta parte de la población. El desarrollo de la revolución industrial convirtió a Inglaterra en la primera potencia económica y militar. Para Inglaterra, en guerra con Francia, ocupar los territorios de Hispanoamérica era importante por razones estratégicas y económicas. Es en este contexto, que en 1806 y 1807 se dan los dos intentos de invasiones inglesas a Buenos Aires. Ambos son rechazados en las gestas que se recuerdan como la Reconquista (1806) y la Defensa (1807)

 

Revolución e independencia

La revolución de Mayo de 1810 y la independencia de las Provincias Unidas del Rio de la Plata, declarada en Tucumán el 9 de julio de 1816, marcan un cambio profundo en la historia de las islas. Para la joven nación, las islas tenían una importancia estratégica clave ya que eran la puerta de entrada al pasaje interoceánico; y también representaban un puerto privilegiado para el abastecimiento de los numerosos buques balleneros que surcaban la zona.

El 6 de noviembre de 1820, David Jewett izó por primera vez la bandera de las Provincias Unidas del Rio de la Plata en Puerto Soledad. Como primer gobernante de las islas se enfrentó rápidamente con cazadores furtivos británicos y estadounidenses que carecía del permiso de Buenos Aires para realizar sus actividades en las islas. Luego de varios conflictos, y la negativa de los cazadores a abonar las multas o tramitar los permisos, finalmente, se prohibió la pesca en toda la costa patagónica.

El 10 de junio de 1829 el gobierno de Buenos Aires creó la Comandancia Política y Militar de las Malvinas. En noviembre del mismo año, los británicos elevaron una protesta por dicho decreto. Hasta ese momento Inglaterra nunca había reclamado la soberanía sobre las islas. El primer comandante de las islas fue Luis Vernet, que se instaló allí con su esposa. En ese momento la población permanente oscilaba entre las 120 y 150 personas, predominantemente, cazadores y pescadores. Vernet, al igual que Jewett años antes, tuvo muchos conflictos con barcos que no respetaban la ley y pescaban o cazaban sin permisos. En ese contexto, se procedió a capturar a la goleta norteamericana Harriet.

Luis Vernet
                                              

El incidente Lexington y la usurpación británica.

El buque de guerra estadounidense Lexington, que navegaba por la zona, se desvió hacia Malvinas al enterarse su capitán, Silas Duncan del incidente con el Harriet. El 26 de diciembre de 1831 arrestó a casi la totalidad de los habitantes, saqueó y destruyó las instalaciones. Luego partió rumbo a Montevideo. Tras el ataque, el gobernador de Buenos Aires, Juan Ramón Balcarce quien pidió a los norteamericanos explicaciones y una reparación económica por los destrozos.

Mientras tanto, los ingleses aprovecharon esta coyuntura para enviar una fragata de guerra, Clío, hacia las islas al mando del capitán John James Onslow, con el objetivo de ocuparlas. Estados Unidos no intercedió en el conflicto cuando estaba vigente la doctrina Monroe (“América para los americanos”). Evidentemente, en ese momento Norteamérica no contaba con poderío militar e interés para intervenir en los asuntos de unas islas que se encontraban a miles de kilómetros de sus puertos. 

Por su parte, las Provincias Unidas enviaron una embarcación a cargo de José María Pinedo llamada Sarandí, que tenía como misión preservar la soberanía de las islas. El Clío llegó antes y tomo posesión el 2 de enero de 1833. A su llegada, Pinedo, contradiciendo órdenes explícitas, no presentó batalla y renunció a intentar la recuperación militar del territorio.

 

El Gaucho Rivero

Un grupo de peones que trabajaba con Vernet, se había refugiado en las islas y estaba dispuesto a resistirse a la autoridad británica. A la cabeza del grupo estaba el Gaucho entrerriano Antonio Rivero, que el 26 de agosto de 1833 tomó la comandancia y mató a las autoridades inglesas, arrió el pabellón británico, izó la bandera de la Confederación Argentina y mantuvo la posesión de las islas por más de cuatro meses, esperando refuerzos del continente. Los refuerzos nunca llegaron y el 7 de enero de 1834 el buque inglés Challenger retomó el control de la situación. Rivero fue apresado y juzgado en Inglaterra, donde, sugestivamente, fue hallado inocente dado que “los hechos por los que fue acusado sucedieron fuera de los dominios de la Corona”. Más allá de lo efímero del episodio, el acto de Rivero podría inscribirse en los levantamientos que transcurrieron en los dominios británicos entre 1830 a 1848.

El Gaucho Antonio Rivero                                    

 Palabras finales

La usurpación británica de las Islas Malvinas en 1833 constituye un ejemplo trágico del desarrollo la intromisión imperialista que se entrelaza con la colonización territorial y la depredación de recursos naturales. En este caso, la búsqueda de nuevos mercados y materias primas por parte de potencias capitalistas como Gran Bretaña condujo a la ocupación ilegítima de territorios pertenecientes a otras naciones, en detrimento de sus derechos soberanos. En última instancia, este episodio histórico nos impulsa a reflexionar sobre como la fuerza militar se impone al derecho internacional, y a la vez, nos incita a trabajar para construir un orden mundial más justo y equitativo.

 

Léase

AA.VV. (2013), Malvinas en la historia, Remedios de Escalada, Universidad Nacional de Lanús.

AA. VV. (2022), Malvinas y el mar, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Ministerio de Educación de la Nación.

Caviglia, Sergio Esteban (2023), Mujeres en Malvinas: Memorias silenciadas. 1764-1833, Rawson, Ministerio de Educación de la Provincia de Chubut.

Flachsland, Cecilia (2014), Pensar Malvinas: una selección de fuentes documentales, testimoniales, ficcionales y fotográficas para trabajar en el aula, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Ministerio de Educación de la Nación.

Gott, Richard. (2011). El imperio británico. Resistencia, represión y rebeliones. El otro lado de la historia. Capital Intelectual.

Tesler, Mario (1971), El gaucho Antonio Rivero, Buenos Aires, A. Peña Lillo editor SRL.

Zinn, Howard. (2022). La otra historia de los Estados Unidos. Ibérica.


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